Según la doctora Naomi Rueda, especialista del área de ginecología, el cáncer de mama es una proliferación acelerada e incontrolada de células del epitelio glandular. Al aumentar enormemente su capacidad reproductiva, pueden diseminarse a través de la sangre o de los vasos linfáticos y llegar a otras partes del cuerpo.

Los factores de riesgo del cáncer pueden ser variados. Algunos se relacionan con el historial clínico del paciente o con el hecho de poseer un pariente que cuente con una enfermedad oncológica. Para saber más del tema, sigue leyendo el siguiente artículo. 

¿Cuáles son las causas del cáncer de mama?

Las causas del cáncer de mama todavía no están muy aclaradas. Sin embargo, sí se han identificado numerosos factores de riesgo asociados a esta enfermedad. La mayor parte de ellos se relaciona con los antecedentes reproductivos que modulan la exposición hormonal diariamente. 

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

Uno de los síntomas más frecuentes es la presencia de un nódulo palpable en la mama. Generalmente no es doloroso, aunque puede ser incómodo. Sobre todo porque la retracción del pezón o alteraciones de la piel de la mama. 

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¿Qué factores de riesgo están asociados al cáncer de mama?

Los factores de riesgo para padecer un cáncer de mama son:

1. La edad

Esto debido a que el riesgo de poseer esta enfermedad aumenta con la edad de la paciente.

2. Historial personal de cáncer de mama invasivo

Las mujeres que han tenido un cáncer de mama invasivo tienen más riesgo de padecer un cáncer de mama contralateral, carcinoma ductal in situ o carcinoma lobulillar in situ.

3. Historia familiar de cáncer de mama en un familiar de primer grado 

Este puede ser una madre, hija, hermana.

4. Portadoras de mutaciones en los genes BRCA 1 y 2

El peligro se intensifica si una mujer es portadora de genes que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama. 

5. Factores reproductivos que aumentan la exposición a los estrógenos endógenos

Estos pueden ser la aparición temprana de la primera regla, la menopausia tardía o la nuliparidad. 

6. Uso de terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia

Esto también aumenta el riesgo de cáncer de mama, al igual que el uso de una combinación de las hormonas estrógeno y progesterona posterior a la menopausia.

7. La exposición a radiaciones ionizantes

Sobre todo durante la pubertad. Al estar expuestas, las mutaciones hereditarias relacionadas con el cáncer de mama aumentan el riesgo.

¿Cuál es el tratamiento que se le debe brindar a la paciente en esta clase de situaciones?

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En los estados iniciales del tratamiento del cáncer de mama, la paciente se sometía a cirugía y, posteriormente, se administraba el tratamiento sistémico y la radioterapia. En la actualidad, se puede ofrecer tratamiento sistémico previo a la cirugía y la radioterapia. 

Esta estrategia puede facilitar una cirugía conservadora en algunos casos, así como proporcionar información sobre el avance del tumor. 

En los estados avanzados, el tratamiento principal será sistémico, aunque puede emplearse la cirugía o la radioterapia en situaciones concretas. Los tratamientos se dividen en los siguiente:

Cirugía

El objetivo de la cirugía es extirpar el tumor y analizar los ganglios de la axila. Entre ellas, se encuentran:

Cirugía conservadora

En ella, se extirpa el tumor con una pequeña cantidad de tejido sano alrededor. Con esta cirugía se conserva la mama, pero en general se debe administrar radioterapia después con el objetivo de eliminar las células tumorales que pudieran quedar tras la cirugía en la mama. La posibilidad de realizar una cirugía conservadora depende de varios factores como la localización del tumor, el tamaño del tumor y de la mama o los deseos de la paciente.

Mastectomía

En esta cirugía se extirpa toda la mama. Las pacientes que se someten a una mastectomía pueden reconstruirse el seno. Para decidir el momento ideal de la reconstrucción deben valorarse muchos factores relacionados con el tratamiento y, por supuesto, las preferencias de la paciente. Puede realizarse con tejido propio de la paciente o mediante el uso de implantes.

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Biopsia del ganglio centinela 

El procedimiento consiste en extraer el primer ganglio linfático y analizar si está afectado por el tumor. Si no se detectan células tumorales, no hará falta extraer más ganglios y así se evita la linfadenectomía y sus posibles complicaciones. En el caso de que exista afectación del ganglio centinela por el tumor, debe hacerse la linfadenectomía.

Radioterapia

Se basa en el uso de rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células tumorales o impedir que crezcan. Tiene diferentes funciones, entre estos se encuentran:

Como tratamiento adyuvante

Se utiliza como complemento a la terapia local para eliminar las posibles células tumorales que hayan podido quedar tras la cirugía.

Como tratamiento paliativo

Se utiliza para aliviar síntomas como el dolor que produce la afectación ósea o ganglionar o aliviar la presión en el cráneo producida por una metástasis cerebral.

A su vez, existen diversos tipos de radioterapia, como los siguientes:

Radioterapia externa

En esta, una máquina envía radiación al área donde está el tumor.

Radioterapia interna o braquiterapia

Para esta, se usa una sustancia radiactiva sellada en agujas, alambres o catéteres que se colocan en la zona tumoral.

Radioterapia intraoperatoria

Es aquella que se realiza en el mismo quirófano tras extirpar el tumor. Tiene la ventaja sobre las otras formas de administración que acorta la duración del tratamiento y reduce la toxicidad.

Tratamiento médico o terapia sistémica

La terapia sistémica es aquella que actúa sobre todo el organismo en contraste con un tratamiento local, como es la cirugía o la radioterapia. Se administra vía intravenosa o vía oral, por lo que se distribuye a todos los órganos. Este tipo de terapia tiene su papel tanto en la enfermedad en estado precoz como cuando se presenta de forma diseminada o metastásica. Existen diferentes tipos de tratamientos sistemáticos, que son:

Quimioterapia

Es el tratamiento que utiliza drogas para parar el crecimiento de las células tumorales. La quimioterapia suele administrarse de forma intravenosa, aunque hay fármacos que se administran por vía oral.

Hormonoterapia

La hormonoterapia anula las hormonas directamente o bloquea su acción haciendo que se detenga el crecimiento del tumor. Los principales tratamientos hormonales que se administran en el cáncer de mama son el tamoxifeno, los inhibidores de la aromatasa o los agonistas de la hormona luteinizante. En determinados casos de enfermedad avanzada puede aconsejarse también quitar los ovarios para abolir la producción de estrógenos.

Terapias dirigidas

Las terapias dirigidas hacen referencia a aquellos fármacos que identifican y atacan específicamente células tumorales sin dañar las células normales.

Inmunoterapia

La inmunoterapia aprovecha el sistema inmune del propio paciente para luchar contra el cáncer utilizando sustancias del propio organismo o creadas en el laboratorio.

 Tratamiento médico adyuvante

El objetivo principal del tratamiento adyuvante sistémico es reducir el riesgo de recaída y muerte. En la actualidad hay también disponibles test genéticos que ayudan a determinar el riesgo de recurrencia basándose en el perfil genético del tumor. 

Existen diferentes modalidades de tratamiento adyuvante. La utilización de una u otra o de varias en cada paciente depende del riesgo de recaída y del subtipo de cáncer de mama. Hay varios esquemas de tratamiento quimioterápico adyuvante, la mayoría son combinaciones de fármacos que incluyen antraciclinas y taxanos.

¿Qué medidas de prevención debe seguir una paciente que presenta enfermedades que podrían complicar el cáncer de mama?

El cáncer de mama es una enfermedad difícilmente prevenible. Muchos de los factores de riesgo no son modificables, tales como la edad, factores reproductivos, nivel educativo, historia familiar, alteraciones genéticas y antecedentes de biopsias previas y tratamientos hormonales prolongados.

La modificación de estos factores requiere de un largo proceso y sus efectos tardarán en evidenciarse varias décadas. Por lo tanto, los esfuerzos para lograr el control de la enfermedad en un término más corto deben centrarse en la detección, diagnóstico temprano y la implementación de tratamientos adecuados.

Después del tratamiento, ¿qué debería esperar la paciente y cómo debería ser su estilo de vida?

Tras completar el tratamiento para estados precoces, las pacientes deben realizar un seguimiento apropiado. Este debe hacerse cada 4-6 meses los 5 primeros años y luego de forma anual. Debe incluir historia clínica y exploración física así como una mamografía anual de la mama restante y de la contralateral. No está demostrado que un seguimiento estrecho con gran número de exploraciones aumente la supervivencia.

Si el tratamiento incluye el tamoxifeno, debe hacerse una revisión ginecológica anual, ya que su uso se ha asociado con un aumento del riesgo de cáncer de útero. Si incluye inhibidores de la aromatasa, debe incluir densitometrías periódicas para valorar la descalcificación ósea que pueden potenciar estos fármacos.

Tras el tratamiento del cáncer de mama, la paciente no debe ganar peso, ya que el sobrepeso aumenta la posibilidad de recaer. Se recomienda también hacer una actividad física regular, ya que el ejercicio físico se relaciona con un mejor pronóstico.

El cáncer de mama es un mal que no debe ser ignorado. Al menor síntoma y signo extraño en el seno, es recomendable que acudas con un especialista. En Clínica Internacional te ayudaremos en lo que necesites ya que contamos con los mejores especialistas, quienes tratarán tus problemas de salud. Si deseas reservar una cita, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea.