¿Qué es?

El cólico renal o nefrítico es el dolor fuerte que se origina a la altura del riñón o de las vías urinarias debido a una obstrucción aguda en estas zonas provocada por una litiasis (piedra o cálculo renal). Esta obstrucción provoca que la orina no avance a lo largo de la vía urinaria, sino que queda retenida. Esto produce un aumento de la presión dentro de la vía urinaria que es la causante del dolor que acompaña al cólico nefrítico.

Causas

Además de las piedras, cualquier otro elemento que ocupe el uréter y obstruya el riñón puede provocar un cólico. Es el caso de algunos tumores que crecen dentro del uréter o lo engloban desde órganos vecinos, como el intestino, el ovario.

También puede estar provocado por enfermedades de carácter benigno como la fibrosis retroperitoneal o dilataciones vasculares como el aneurisma de aorta.

Es importante no confundirlo con otras afecciones que tengan como síntoma el dolor lumbar.

Los cálculos renales pueden tener cuatro orígenes:

  • La mayor parte de los cálculos, entre el 70 y el 80 por ciento, contienen calcio. Son igual de frecuentes en hombres que en mujeres.
  • Entre el 20 y el 30 por ciento de los cálculos están originados por infecciones urinarias (por los gérmenes llamados desdobladores de la urea). Este tipo es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres. Son cálculos más grandes que se suelen quedar en el riñón.
  • Entre el 5 y el 10 por ciento de piedras renales se producen por el ácido úrico. Son los únicos que pueden deshacerse con tratamiento, alcalinizando la orina. La gente que tiene gota suele haber sufrido algún cólico nefrítico.
  • El 1 por ciento de los cálculos se deben a la cistinuria, una enfermedad de origen genético.

Síntomas

El síntoma más importante es el dolor en la zona costo lumbar, que aparece de forma brusca y con carácter intenso.

Habitualmente, este dolor se irradia a la vejiga y los genitales, siguiendo una trayectoria descendente aunque la irradiación depende del nivel en el que se encuentre la obstrucción.

El dolor suele estar acompañado de náuseas, vómitos, y sudoración. Otros de los síntomas comunes que se pueden presentar son:

  • Fiebre y/o signos de sepsis.
  • Hematuria: es la presencia de sangre en la orina. Puede aparecer en pequeñas cantidades, por lo que se deberá detectar a través de exámenes de orina, o puede ser visible.
  • Disuria: dificultad o dolor del paciente en la evacuación de la orina.
  • Polaquiuria: aumento del número de micciones durante el día, que suelen ser de escasa cantidad y que es síntoma de irritación o inflamación del tracto urinario.
  • Anuria: suspensión definitiva de la secreción de orina. Este es el signo de mayor gravedad.

Prevención

En términos generales, este tipo de cólico se produce porque un cálculo renal se mueve y se desplaza por el uréter, por lo que el mejor remedio preventivo es la destrucción de estos cálculos antes de que lleguen al riñón, llegando en los casos más complicados a aplicar la cirugía si su tamaño es considerable.

Diagnóstico

Para confirmar la enfermedad, el especialista debe estudiar si el paciente padece fiebre, ya que este síntoma puede llevar a otros cuadros clínicos que requieran abordajes diferentes.
Para el diagnóstico clínico, el especialista estudia la presencia, en primer lugar, de las siguientes afecciones:

  • Dolor abdominal de inicio agudo y que se ha padecido las 12 horas previas.
  • Dolor cólico lumbar agudo que se irradia a las ingles o a los genitales.
  • El paciente no siente una mejora ni con reposo ni con cambios de postura.
  • Náuseas y vómitos frecuentes. En este caso representan dos de los síntomas más usuales.

Después de esta evaluación, el especialista realizará una exploración física que consistirá en:

  • Una exploración abdominal: en la que se localizará la zona con mayor hipersensibilidad lumbar.
  • Un examen de las constantes vitales para determinar que no se ha producido shock en el paciente o muestras de infección sistémica.

Además, se pueden realizar otras pruebas como hemogramas y una uro- tomografía para detectar la localización de los cálculos.

Tratamientos

  • El tratamiento debe realizarse con la mayor celeridad posible para evitar complicaciones y controlar el dolor.
  • El especialista suele recetar analgésicos antiinflamatorios no esteroideos que son eficaces contra el dolor y la inflamación. En episodios muy agudos de dolor, este se puede tratar a través de la aplicación de los fármacos por vía intramuscular o intravenosa.
  • Suele ser también necesario, en un gran número de casos, administrar medicamentos para disminuir o erradicar el vómito, además de protectores gástricos.
  • Si el tratamiento del dolor no responde a los analgésicos, el especialista procederá a un tratamiento quirúrgico.
  • En el caso de que se necesiten fragmentar los cálculos, se llevará a cabo cirugías mínimamente invasivas ya sea la litotricia extracorpórea o litotricia intracorpórea ureteral o renal. En la clínica Internacional contamos con toda la tecnología para resolver este problema médico.